El asma es una enfermedad crónica que afecta los pulmones y las vías respiratorias, dificultando la respiración normal. Se caracteriza por episodios recurrentes de inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que puede llevar a síntomas como dificultad para respirar, sibilancias (un silbido al respirar), opresión en el pecho y tos.
La interacción de los cannabinoides con el cuerpo ofrece efectos antiinflamatorios, broncodilatadores y analgésicos que impactan positivamente en los síntomas asmáticos.
El cannabis contiene compuestos llamados cannabinoides, como el THC y el CBD, que interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo. Estos compuestos tienen el potencial de reducir la inflamación en las vías respiratorias y relajar los músculos bronquiales para aliviar los síntomas del asma.
Los cannabinoides ayudan a reducir la respuesta inflamatoria excesiva del asma, y el CBD, un cannabinoide no psicoactivo, tiene propiedades que impactan positivamente en la respuesta inmunológica relacionada con esta afección. Asimismo, la capacidad del cannabis para aliviar el dolor podría mejorar la comodidad durante los ataques de asma. Las propiedades analgésicas podrían ser beneficiosas para las personas con asma que experimentan dolor en el pecho durante los episodios de sibilancias o tos intensa.